Por Rodrigo González y Andrés Contreras

jueves, 25 de octubre de 2012

Género Homo

El término Homo fue empleado para nombrar al género al que pertenece nuestra especie Homo Sapiens. El género Homo es el único capaz de fabricar útiles de piedra.

Homo Habilis

Es el primer representante del género Homo. Se caracteriza por presentar un cerebro mayor que el de los australopitecus y parantropus. No eran muy diferentes del Australopithecus africanus y tenían una capacidad craneal de 800 centímetros cúbicos. 

Los primeros fósiles de Homo Habilis encontrados, fueron hallados por Louis y Mary Leaky en la Quebrada de Olduval (Kenya), el 2 de noviembre de 1960. Éstos abarcaban un lapso temporal entre 1,8 y 1,6 millones de años. El desarrollo de los huesos de la mano le daban capacidades especiales para el uso de herramientas de piedra. El nombre asignado a esta especie (habilis), hace referencia al hecho de que estos humanos son los primeros talladores capaces de fabricar utensilios. Fabricaron las primeras herramientas de piedra y son piedras talladas con ciertos picos llamados lascas, que utilizaban para cortar. Este instrumento se llama Choppers.



Homo Habilis fabricando un Choppers.


Homo Ergaster


Los Homo Ergaster sustituyeron a los Homo Habilis y es la especie más humana del género Homo que aparecen. Es humana en el sentido de su gran cerebro, su estatura y las proporciones corporales, parecidas  a las de los humanos posteriores. Su capacidad craneal se sitúa entre 800 y 950 cc.

El modelo de desarrollo del Homo Ergaster era más lento que el de sus antepasados y esto implica un entorno social más protector (la alimentación y la complejidad social son imprescindibles  para la expansión y restructuración cerebral) y debe explicar también la estatura que logra y el tamaño de sus proporciones.

El Homo Ergaster trajo consigo una nueva forma de tallar la piedra, el Modo Técnico II  , que consiste en núcleos o grandes lascas tallados por las dos caras denominados bifaz, como las hachas de mano, los hendedores y los picos. Esta técnica duró muchísimo tiempo ya que era de múltiple uso (muy importante de decir).

Fue el Homo Ergaster el homínido que salió de África por primera vez y comenzó a adaptarse a otros tipos de vida diferentes como los de Asia y Europa. Las primeras huellas fuera de África datan de hace 1 millón de años, y los más conocidos son  los del Homo Erectus de Java. A partir de aquí ya nos acercamos claramente a nuestra especie.


En 1984, un equipo comandado por Richard Leakey, descubrió  un esqueleto completo en un 60%, perteneciente a un adolescente Ergaster de hace 1,6 millones de años en el lago Turkana, lo que nos permitió conocer varias características de su especie.

Bifaz o hacha de mano.


Este individuo murió cuando tenía alrededor de nueve años, lo que corresponde en términos humanos a once o doce años. Al morir, sus restos se hundieron rápidamente en un pantano, quedando así a salvo de animales carroñeros. Sus proporciones eran muy parecidas a las de los habitantes modernos del lago Turkana. Era delgado y con extremidades largas. Era bastante alto: al momento de morir medía cerca de 1,60 mt., lo que estaba muy por debajo del metro ochenta que hubiera alcanzado si hubiera completado su desarrollo.



Homo Antecessor



El Homo antecessor salió a la luz en 1997 y se trata de una especie común a los Nerdentales y a los Homo Sapiens, quienes vivían en la Sierra de Atapuerca (Burgos, España).
Sus descubridores, J.M. Bermúdez de Castro, J.L. Arsuaga, E. Carbonell, A. Rosas, I. Martínez y M. Mosquera,  le definieron como el pionero, el que antecede a los demás.
La mayoría de los restos humanos de TD6 (Gran Dolina) se encuentran en un estado de conservación excelente, pero corresponden en general a fragmentos de tamaño variable. Esta fragmentación, así como otros caracteres de los restos (marcas de corte, golpes producidos por instrumentos líticos, tipos de fractura, etc), que también se observan en los restos fósiles de los ungulados, representan evidencias muy claras de un acto de canibalismo.
Prácticamente el 50% de los fósiles humanos presentan cortes o fracturas producidos por instrumentos líticos, y se encuentran indistintamente en los huesos craneales y en los del esqueleto pos craneal, lo que indica un consumo total de los cadáveres. Además, todos los individuos presentan algún estigma de canibalismo.
Las connotaciones en el árbol de los homínidos provocadas por este hallazgo han sido muy importantes y, sin duda, ha sido uno de los grandes descubrimientos en el campo de la paleontología. Esta especie demostró que en Europa ya vivían seres humanos hace más de 800.000 años, mucho antes de lo que se pensaba.
Su morfología revolucionó la idea que se tenía hasta ese momento de la evolución de nuestra especie. Su capacidad craneal era más de 1.000 cc y poseía una cara muy moderna, es decir, esta especie sufrió una restructuración total del neurocráneo, la mandíbula, los dientes y la cara, es totalmente diferente a todo lo anterior.
Desgraciadamente, no se han encontrado aún fósiles en África  de la misma antigüedad que podrían hacer seguir la pista de esta especie, y los de Asia contemporánea a ella se refieren únicamente al Homo Erectus. Se podría decir que es el eslabón que une al Homo Ergaster y enlaza con formas más cercanas a nosotros (muy importante que comentar).
Si aceptamos que el origen de nuestra especie debe buscarse en África hace entre 100.000 y 200.000 años, debemos aceptar un origen africano para la especie Homo Antecessor, muy probablemente a partir de poblaciones pertenecientes a la especie Homo Ergaster. También debemos aceptar una continuidad evolutiva de Homo Antecessor en África, que culminaría con la aparición de las poblaciones humanas modernas.



Restos de los Homo Antecessor

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